¿Leyeron ya el material para las
células proféticas? Yo lo hice hoy, y al leerlo comprendí que el Señor NO
quiere que la gente pase por esto, se habla de destrucción y sí de un juicio
justo, pero el Señor quiere que la gente esté con El, y no pase por esto, el
infierno se creó para el diablo y sus demonios no para la humanidad!!!!!!!!
El nos llamó a ser luz del mundo,
y por eso nos tiene acá, nos llama a perseverar, seguir adelante, a través de
la aflicción basándonos en El; cuando dice que lo cojo se sana en el camino, y
El nos lleva a seguir caminando, se refiere a cojeras (faltas de sanidades
básicas, temores, etc., a través de las cuales nos lleva a tomar decisiones de
perseverancia); pero, no se refiere al pecado o la tontera y recurrencia equivocada
del corazón. Esto porque nadie puede ser luz para si mismo y otros, si está
manchado y no se limpia, como el sol hoy en la mañana, no alumbraba aunque
estaba allí por las nubes que lo cubrían. Ya es tiempo de levantarnos y tomar
decisiones porque nadie puede ayudar a redimir a otros, si anda buscando
redimirse a sí mismo (perseverando en lo que yo quiero o siento o pienso, cosas
que definitivamente no trascienden).Podemos perder nuestra vida tratando de
recuperarla, o podemos ganarla esforzándonos en seguir la visión, misión, guía
y voluntad que el Señor nos traza por delante. Podemos seguir reclamando
derechos y buscando “justicia” sin lograr ver su justicia (de Dios), por las
nuestras. Es un llamado de Dios a decidir ordenar y mantener limpias nuestras
vidas, el Señor no es mágico, ni un dictador, necesita de nuestra decisión
constante de mantenernos como vasos limpios, que pueden ser llenados y de los
cuales cualquiera tomaría agua con confianza por su pureza (sin mugre, ni
bichos, ni dedos marcados, etc.).
El propósito del ayuno es, según
Isaías 58, dejar nacer la luz de Dios en nosotros, liberando, rompiendo y
decidiendo levantarnos, para así lograr ver, ser y llevar a otros hacia el
único camino que lleva a la salvación. Nada de esto es un juego, es cierto que
el Señor puede venir en muchos años más, pero esta generación tiene el tiempo
contado!!!
¿Puedo ser insensible a la
realidad de la muerte y de la ausencia de Dios de las personas que me rodean???
¿Quiero seguir dando vueltas en el pasado, y en el barro en el que he estado???
¿Me conformo con lo que hasta ahora he visto??? Si la respuesta es no, entonces
es tiempo de levantarnos como lo hizo Daniel, que decidió no contaminarse
(cuerpo, alma y espíritu), y manteniéndose en la Palabra de Dios y en Su
voluntad, ayudando al pueblo a que también lo hiciera.
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